La Habana, 24 oct. El mar penetró por casi todo el litoral norte del occidente de Cuba como uno de los efectos inusitados del huracán Wilma en su paso por el Golfo de México hacia la Florida, mientras que los habaneros están tranquilos, no hay alboroto y los curiosos se asoman a las azoteas y balcones para ser testigos de un fenómeno meteorológico poco común en la capital, las olas del mar son enormes y hay una gran neblina salada en todo el litoral de la ciudad.
Desde la azotea de cualquier edificio del Vedado se puede observar a las olas del mar agrediendo al legendario Castillo del Morro, y tratando de ocultar su Faro, que marca la entrada de la Bahía de La Habana, así como diversas calles inundadas de Centro Habana y el Vedado entre ellas, el Parque Maceo, y la avenida del Malecón, otras zonas capitalinas corrieron idéntica suerte, ya sea el elegante reparto Miramar, la comunidad playera de Santa Fe y Jaimanitas, la playa de Cojimar, o la ciudad de Alamar, todos los municipios costeros tienen las calles próximas al mar inundadas.
En las zonas bajas del litoral, el mar penetró en algunas casas, no hay terror, ni miedo, pudimos ver a muchas personas caminado por las calles anegadas en agua, abandonando sus casas, mientras que a los mas afortunados les daba tiempo para sacar sus pertenencias hacia lugares mas seguros.
El doctor José Rubiera, jefe del Centro de Pronósticos del ISMC, predijo con acierto la inclemencia de estas penetraciones del mar, cuando explicó que los vientos asociados al huracán Wilma girarían al noroeste, y las inundaciones costeras se incrementarán y alcanzarían valores superiores a los acostumbrados provocados por estos fenómenos atmosféricos.
"Se trata, dijo, de una penetración del mar fuerte que debe afectar seriamente a los cinco municipios costeros de la ciudad: Plaza de la Revolución, Habana Vieja, Centro Habana, Habana del Este y Playa" y destacó que, ese es el elemento más peligroso de Wilma a su paso por la costa norte de Cuba, y que la extensión de ese fenómeno estaba en dependencia de cuán rápido fuera el avance el meteoro y de la distancia a la cual pasara de las costas cubanas.
A media madrugada del lunes 14 de octubre, el huracán Wilma pasó frente a la costa norte de Ciudad de La Habana en su avance hacia La Florida, sus vientos empujaron el mar hacia la costa, sus olas arremetieron con furia el litoral iniciando la penetración del mar y las lluvias también azotaron la región occidental de Cuba, incluida la Isla de la Juventud.
Unidades del Cuerpo de Bomberos en Ciudad de La Habana acometieron en la madrugada de ese lunes faenas de rescate y salvamento en muchas zonas del litoral norte de la capital, anegadas por las fuertes penetraciones del mar, ese evento natural afecto a los municipios capitalinos de Plaza de la Revolución, Habana Vieja, Centro Habana, Habana del Este y Playa, y duró hasta la madrugada del martes cuando el agua comenzó su lento retroceso.
Sin reponerse del susto, una anciana vecina de calle 12, entre Línea y Calzada, narró cómo repentinamente se desbordó el mar, inundó su casa y tuvo que ser evacuada por miembros del Cuerpo de Bomberos de la ciudad, ella agradeció la pronta actuación de esas fuerzas especializadas, que protegieron su integridad física, similar situación se reportó en otras zonas capitalinas, como el Paseo del Prado.
Los bomberos se vieron obligados a emplear, incluso, botes de salvamento para llegar hasta las zonas inundadas del malecón habanero, donde se encontraban varias personas atrapadas por las aguas, durante la madrugada del lunes, en las partes bajas del municipio de Plaza de la Revolución se reportaban importantes penetraciones marinas, las que avanzaron hasta el túnel de la calle Línea.
A tales efectos, era notable el movimiento de grandes camiones de rescate y salvamento, hasta fue necesario el empleo de diversos medios marítimos, los cuales fueron imprescindibles para hacer frente a la evacuación ante el peligro para la vida de los habitantes capitalinos que se encontraban en la difícil situación provocada por la rápida crecida del mar y el fuerte oleaje imperante en la zona.
sábado, 15 de octubre de 2005
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